del asfalto a la tierra
Nunca imaginé que mi vida, antes inmersa en el bullicio urbano, encontraría su verdadero ritmo y propósito en la serena tranquilidad del campo.
Jamás habría imaginado que mis manos, acostumbradas a la vida urbana, se encontrarían un día llenas de tierra, y que el dulce aroma del olivo se convertiría en mi algo reconocible.
Sin embargo, el destino tenía otros planes, y descubrí que mi futuro estaba firmemente arraigado en esta tierra, bañada por el sol y acariciada por el viento.
MISION
VALORES
Honrar el pasado haciendo que estas tierras florezcan y se conviertan en una fuente de vida y prosperidad económica
Legado y Tradición:
No se trata solo de la tierra, sino de lo que representa.
Productividad y Prosperidad Económica:
Vitalidad de la tierra y desarrollo de la economía local.
SOSTENIBILIDAD:
Compromiso con prácticas que aseguren la viabilidad a largo plazo de la tierra y sus recursos, pensando en el futuro.
Un Legado Inesperado y un Desafío Personal
Todo comenzó con un giro inesperado, un desafío que, en un principio, no sabía cómo afrontar. Recibí unas tierras de mi madre, heredadas a su vez de mis abuelos. No eran simples parcelas; eran un pedazo de alma, un eco de mis raíces familiares, el testimonio vivo del esfuerzo, la lucha y la vida de mis antepasados. Este patrimonio emocional era tan profundo que la idea de venderlas era, sencillamente, impensable. Pero la conexión con la agricultura no era algo innato en mí. La pregunta que me asaltaba era: ¿cómo honrar este legado? ¿Cómo hacer que esta tierra, más allá de un valor sentimental, floreciera y se convirtiera en fuente de vida y prosperidad?
La Llamada de la Tierra: Olivos y Almendros
Tras un período de profunda reflexión y de escuchar el llamado silencioso de la tierra, la respuesta se reveló con una claridad abrumadora: olivos y almendros. En mi región, estos cultivos son mucho más que árboles; son símbolos de resistencia, de tradición, de una belleza que solo el tiempo puede esculpir. Esta decisión marcó el inicio de un camino desconocido. Partía de cero, sin la menor noción de agricultura, sin experiencia en el manejo de cultivos, sin conocer las herramientas ni comprender los procesos naturales de la tierra.
Mi Universidad: La Tierra y su Gente
Así que me lancé a la aventura del aprendizaje, una inmersión total que trascendió los libros. Mi verdadera universidad fue la propia tierra y, sobre todo, la sabiduría invaluable de su gente. Mis mañanas se llenaron de conversaciones sinceras con los agricultores de la zona. Sus manos curtidas y sus miradas, que habían presenciado innumerables amaneceres y puestas de sol, se convirtieron en mis guías más fiables. Cada consejo, cada historia compartida, cada advertencia para evitar errores, era un regalo que absorbía con gratitud. Paralelamente, mi mente se adentraba en el vasto universo de blogs, artículos y foros en línea, absorbiendo cada fragmento de información para comprender este nuevo entorno.
Creciendo con Cada Error y Cada Cosecha
Y sí, el camino estuvo sembrado de errores. Muchos. Pero, con el tiempo, cada tropiezo se transformó en una lección práctica invaluable que me enseñó a observar, a adaptarme y a escuchar a la tierra. Ella, con su ciclo natural, me educaba con cada brote y cada cosecha. La resiliencia se convirtió en un factor clave, y el progreso de lo sembrado fue mi motivación constante.
De Soñador Urbano a Agricultor de Corazón
Hoy, no solo gestiono una finca que, contra todo pronóstico, prospera, sino que me he transformado en un agricultor de corazón, con el alma anclada a esta tierra. Mi historia es el testimonio vivo de que la determinación, la humildad para aprender y una conexión profunda con la comunidad pueden convertir un desafío inesperado en la vocación más plena y significativa. A veces, los caminos más hermosos son aquellos que no planeamos, y el campo, con sus retos y sus recompensas, siempre está abierto a quienes, como yo, están dispuestos a escucharlo, a sentirlo y a ensuciarse las manos con amor.
Agradecimientos
Gracias por vuestras palabras, son la fuente de inspiración y motivación para continuar adelante.
