¡Hola, amigos agricultores! 👋

Hoy quiero charlarles de un tema que, para mí, este año ha sido un nuevo, y que estoy seguro que a muchos de ustedes también les ha tocado vivir. Hablamos de la avispilla del almendro. 🧐 Ya atisbé durante el seguimiento de la formación del fruto posibles indicios de avispilla, y efectivamente lo hemos corroborado. Ya tenemos por nuestras tierras, Castilla La Mancha la famosa y temible avispilla del almendro.


El Problema que Nos Quita el Sueño 😴

La avispilla del almendro (Eurytoma amygdali) es un pequeño insecto que, al poco de la floración, pone sus huevos en el interior del fruto tierno. La larva, una vez que nace, se alimenta de la pepita de la almendra, dejando la cáscara vacía. Lo peor es que la larva se queda ahí dentro, invernando, lista para salir al año siguiente y seguir con el ciclo. El resultado: esas almendras momificadas y duras que no sirven para nada. 😔


La Solución: Un Plan de Acción Paso a Paso 🌿

Como he comprobado este año, la única forma de romper este ciclo de vida es actuar de forma radical. Es un trabajo minucioso, lo reconozco, pero el esfuerzo ahora es una inversión para el futuro. Aquí les detallo los pasos que he estado siguiendo para combatirla:

Paso 1: Observar y Detectar 👀

A partir de la primavera, y sobre todo cuando el fruto empieza a crecer, hay que pasear por el campo con los ojos bien abiertos. Busquen esas almendras que se quedan rezagadas, que no crecen y que se vuelven duras al tacto. También pueden identificarlas si ven que caen al suelo antes de tiempo.

Paso 2: El Momento de la Verdad ⏱️

El mejor momento para actuar es cuando las larvas ya han causado el daño y la almendra se ha momificado. Si las retiramos antes, es posible que las larvas sigan vivas y puedan completar su ciclo en otro lugar. Este es el momento en que las larvas están dentro del fruto, inactivas, esperando la siguiente temporada. Para este año, en cuanto estén en su estado de momificación iré retirando una a una y revisando cada uno de los almendros para identificarlas y retirarlas.

Paso 3: Retirar y Eliminar 🧤

Este es el paso más importante y laborioso. Hay que ir árbol por árbol, revisando cada rama y quitando todas esas almendras secas y duras. . Es crucial no dejarlas en el suelo ni tirarlas por el campo, porque la larva podría sobrevivir. Yo las meto en una bolsa bien cerrada y las quemo o las trituro para asegurarme de que el insecto no saldrá al año siguiente.


Mi Lección Aprendida y un Consejo Sincero 🌱

Esta plaga me ha enseñado que no podemos bajar la guardia. La observación continua de nuestros cultivos es la mejor herramienta que tenemos. No esperes a que el problema se haga gigante. Actúa en cuanto veas las primeras señales. Mi consejo para ustedes es que si notan una parte de las almendras que no prospera y se queda «momificada», no lo duden: cojan esas almendras, pónganlas en una bolsa y destrúyanlas para que la plaga no pueda seguir su camino.

El trabajo en el campo nos enseña humildad y nos recuerda que, por más que la tecnología avance, el conocimiento más valioso sigue estando en nuestras manos y en nuestra conexión con la tierra. Vuestra cosecha futura os lo agradecerá. ¡Un abrazo y a seguir cuidando lo nuestro! 🤝

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